lunes, 8 de junio de 2009

Los mundos de Coraline

TÍTULO ORIGINAL: Coraline

DIRECTOR: Henry Selick

NACIONALIDAD: EEUU

AÑO: 2009

DURACIÓN: 101’

La fantasía, el misterio y hasta el miedo se conjugan en la primera película en utilizar la tecnología 3D con dibujos en Stop Motion, grabados fotograma a fotograma (además por duplicado, uno por cada ojo, para el efecto 3D). Un formato de animación popularizado por Pesadilla antes de Navidad¸ del mismo director, Henry Selick y no Tim Burton como se suele creer, que era sólo el productor, aunque su sello fuera tan inconfundible como en esta siniestra e ingeniosa novedad, aunque no haya participado en el proyecto.

La receta es como sigue: una base de cuentos populares de los hermanos Grimm, varias capas de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo¸ espolvoreado con el estilo de videojuego de aventuras. Y la masa: la familia de Coraline alquila una casa de campo que comparten con vecinos perturbados y donde sus padres tendrán que terminar un catálogo de botánica. El aburrimiento del día se torna en diversión cuando la heroína descubre un pasadizo a un mundo paralelo en el que todo es hermoso y fascinante y la gente tiene botones por ojos. Pero su otra madre es muy celosa y quiere a Coraline siempre a su lado y las cosas no son lo que parecen… Ya se puede apreciar en la reseña los primeros tópicos de la literatura infantil: la hija audaz incomprendida de sus padres, los peligros que acechan al otro lado... no en vano, es una adapatación de la novela juvenil Coraline de Neil Gaiman, autor también del libro que inspiró la bonita Stardust. Lo del videojuego es por el enfoque global, estoy seguro de que de tener un juego para consola no diferiría mucho de la peli, que quiere decir que al guión le falta espesura, está encorsetado en cuatro ideas muy curiosas pero repetitivas y lineales. Sin embargo, los personajes están muy bien traídos, me gusta la ironía e insolencia de la protagonista, los vecinos chiflados y el contraste con la complacencia de sus alter-egos del otro mundo, el gato negro que aparece y desaparece cual de Cheshire, la apatía de los padres.

Es deudora de precedentes como Pesadilla antes de Navidad y La novia cadáver, en su estética gótica y lóbrega, que podría causar traumas a niños demasiado pequeños porque llega a asustar, a dar miedo de verdad, psicológico, angustioso, claustrofóbico. Y una banda sonora excelente.

Creo que no tengo nada que añadir, así que este párrafo de conclusión en el que se suele parafrasear lo que ya se ha dicho está de más. Pero ya que lo estoy escribiendo, mencionaré que el final me decepcionó un poco, quedan cabos sin atar, o por lo menos sin rematar, para redondear más unos dibujos muy fabulosos.

NOTA: 7,5