domingo, 21 de septiembre de 2008

Vicky Cristina Barcelona


TÍTULO ORIGINAL: Vicky Cristina Barcelona
DIRECTOR: Woody Allen
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 96’

Promiscuidad ligereza Allen. La nueva Jules et Jim del director neoyorquino pone a Javier Bardem, Penélope Cruz, Scarlett Johansson y Rebecca Hall a hacer experimentos con sus relaciones en un idílico verano en el escenario de la ciudad condal.

Vicky y Cristina (Hall y Johansson) son dos estudiantes americanas que van a pasar los meses de julio y agosto a Barcelona. Vicky está prometida con su novio y se va a casar a la vuelta y Cristina es una romántica inmadura que busca nuevas experiencias, como explica la voz en off del narrador. Un recurso pobre y artificial que habla de asuntos trascendentales sin darles importancia, que es, al fin y al cabo, lo que transmite la película. Las vacaciones en Barcelona junto al pintor Juan Antonio Gonzalo (Bardem) marcarán a las dos aunque no les haga cambiar su manera de ver las cosas.

Las perversiones de Woody Allen invaden una dimensión superior a las de sus anteriores estudios sobre el amor, en una cinta que, aunque de propuestas viciosas, es realista en los resultados. Las relaciones fugaces, lésbicas, tríos, aventuras y amoríos son tratados con naturalidad y superficialidad, a modo de exploraciones rápidas e inconsistentes. Lo frívolo y arbitrario en lo amoroso se impone de manera peligrosa sobre la disposición natural del ser humano al amor fiel y duradero y al matrimonio, representado por el ingenuo novio de Vicky. Al menos las consecuencias son cabales en cuanto a la insatisfacción y ofuscamiento que dejan un comportamiento libertino y las uniones basadas en el sexo. Todo ello sin descuidar que se trata de una comedia salpicada de situaciones divertidas. También toma partido por la Europa en la que sitúa el relato, donde siempre ha sido acogido mejor el cine de Allen, pintando a los norteamericanos, como el novio de Vicky y sus amigos, como unos materialistas bobalicones, ajenos a los líos amorosos y la magia de Barcelona.

Penélope Cruz está sobresaliente haciendo de María Elena, la neurótica ex-mujer del pintor Juan Antonio, la mejor del filme. Un filme que debería verse en versión original porque hay momentos en los que Bardem y Cruz improvisan en español lo que le da mucho sabor, además de no estar doblados con sus propias voces y quedar un poco ridículo.

Encanta el ambiente idealizado de Barcelona y Oviedo, la música y el flujo de la trama a pesar del menguado argumento que no va más allá de lo que la reseña apuntaba.

Cruce de camas y caminos en una Barcelona bohemia, utópica y fascinante, vertebrada por una contaminada idea del amor, el sexo y el compromiso.

NOTA:5’5



martes, 16 de septiembre de 2008

Retorno a Brideshead


TÍTULO ORIGINAL: Brideshead Revisited
DIRECTOR: Julian Jarrold
NACIONALIDAD: Reino Unido
AÑO: 2008
DURACIÓN: 135’

 Cuando todavía persiste en mi memoria la cadencia de la formidable serie de la BBC, soy agraciado con esta exquisitez que reúne lo mejor de la serie y de la novela escrita por Evelyn Waugh, fiel a su espíritu y a sus maneras elegantes y sugerentes.

 Inglaterra. Años veinte. El joven Charles Ryder (Matthew Goode) comienza sus estudios universitarios en Oxford, donde conoce a Sebastian Flyte (Ben Whishaw), un amanerado estudiante que tiene debilidad por Charles. Sebastian le lleva a conocer Brideshead, la impresionante mansión de su familia, de la que reniega excepto de su hermana Julia (Hayley Atwell) y su padre (Michael Gambon) quien vive con su amante en Venecia. Conviven con sus hermanos Bridley (Ed Stoppard), Julia y Cordelia (Felicity Jones) y la madre Lady Marchmain (Emma Thomson), ferviente católica. A medida que pasen los años, Charles será testigo de la ruina moral de la familia mientras lucha por conquistar el amor de Julia…

 La decadencia barniza toda la película que, fiel al libro, está concebida como un enorme flash-back. Transpira nostalgia, añoranza de los años felices pasados en Brideshead, a la que regresa Charles Ryder como oficial del ejército inglés en la Segunda Guerra Mundial para montar allí un campamento. Los personajes aparecen estigmatizados por la religión, tanto en los díscolos Julia y Sebastian, como en los intransigentes Lady Marchmain y Bridley. Sin embargo, se atreve a plasmar las conclusiones que quería transmitir Waugh, los personajes van reconvirtiéndose a una fe pacífica y auténtica, incluyendo a Charles, quien lo da a entender con un precioso gesto final, un detalle rotundo e imponente. Además, medita imperceptiblemente sobre la capacidad redentora del arte al ser la pintura el único refugio para Charles cuando su mundo desmorona.

 Actuaciones espléndidas, destacando la arrebatadora solemnidad de Emma Thomson, una música sublime para acompañar una historia sobrecogedora rodada con valentía y delicadeza.

 Un retorno divino, de una sutileza magnífica y un deslumbrante brillo otoñal, sobre la fascinación del lujo y la tentación del amor prohibido, las rencillas de una familia noble inglesa, las amistades peligrosas, la culpa y el verdadero sentimiento religioso. Maravillosa.

NOTA: 10


jueves, 11 de septiembre de 2008

Tropic Thunder


TÍTULO ORIGINAL: Tropic Thunder
DIRECTOR: Ben Stiller
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 107’

 Un exitazo en Estados Unidos, 14,6 millones de dólares recaudados en el primer fin de semana (puente por la fiesta del trabajo), una comedia paródica sobre el Vietnam y la industria cinematográfica en la que Ben Stiller se pone detrás, delante y en medio de las cámaras. Como hiciera en Zoolander, Ben Stiller vuelve a dirigir, escribir y protagonizar una cinta que divierte con su humor burdo y corrosivo.

 Ante la imposibilidad de rodar la superproducción de la guerra de Vietnam Tropic Thunder por las desavenencias surgidos entre actores, director y técnicos, el escritor de la novela que inspira la película, Potras (Nick Nolte) decide plantar al reparto de la peli: Kirk Lazarous (Robert Downey Jr.), Jeff Portnoy (Jack Black), Kevin Sandusky (Jay Baruchel), Alpa Chino (Brandon T. Jackson) y el prota Tugg Speedman (Ben Stiller) en medio de la selva para grabarles enfrentados a peligros reales mientras ellos creen estar siguiendo el guión…

Es indiscutible la gracia que rebosa, que unida al despliegue de efectos y el despilfarro técnico y de producción consiguen un resultado bastante convincente que ha amortizado por mucho su coste. Chistes burlescos referidos al cine como los que hacen de los Óscars, los retrasados en el cine, o la caricatura de Tom Cruise encarnando a un productor, papel con el que parece que se ría de sí mismo, son los de más feliz recordación. No obstante se propasa en aspectos como las alusiones sexuales, el lenguaje obsceno y ofensivo, irreverencias o las drogas. De ser más moderada en esto quedaría en una autoparodia fabulosa. También dependerá de las traducciones, pues está repletita de frases hechas y expresiones que no tienen traducción directa y según la interpretación de los traductores será más o menos ordinaria.

 Mención honorífica para Robert Downey Jr., estupenda interpretación de la interpretación, un hombre que casi pierde la identidad por el mimetismo que logra con los personajes que representa. Jack Black hace de Jack Black, y Ben Stiller vuelve a ser un pringado pero venido a más. Aparece también Mathew McConaughey como representante de Tugg Speedman (el personaje de Stiller) hedonista y snob hasta la muerte. Un vasto elenco por tanto, y otro de los puntos en los que no se ha escatimado en gastos.

Sátira mordaz y cachonda desde el cine contra el cine, para la gran masa embrutecida y consumidora de un humor zafio y basto, esta vez con argumento.

NOTA: 7




viernes, 5 de septiembre de 2008

WALL.E


TÍTULO ORIGINAL: WALL.E
DIRECTOR: Andrew Stanton
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 103’

 La gallina de los huevos de oro, o sea Pixar, ha vuelto a poner. Aunque esta vez el huevo no es de oro, es sintético y ni siquiera es un huevo, sino que es un robot, Eva, del que se enamora, sí, sí, enamora WALL.E, otro robot, encargado de limpiar la Tierra mientras nosotros estamos fuera y protagonista de esta magnífica historia. El director Andrew Stanton celebrado por Buscando a Nemo y Bichos, vuelve a deslumbrar con una aventura futurista de animación para niños y mayores que recoge el testigo de títulos como 2001: una odisea en el espacio, Star Wars o Cortocircuito.

 WALL.E se encuentra solo realizando las labores de limpieza de la Tierra. De repente aparece un cohete con una sonda llamada Eva cuyo objetivo es encontrar algún vestigio de vida. Cuando lo encuentra es recogida de nuevo, pero WALL.E está enamorado y no piensa separarse de ella así que ambos llegan en la nave al crucero en el que viaja toda la humanidad hasta que sea el momento de regresar a la Tierra…

 Técnicamente, la película es impecable. El potencial de la tecnología de Pixar y los medios económicos han sabido conjugarse para producir esta joya para la vista con un guión espléndido repleto de genialidades. La práctica ausencia de diálogos, aparentemente aburrida, es, sin embargo, catalizadora de situaciones tanto hilarantes como emocionantes, además de un homenaje a los orígenes mudos del cine al que evoca, y es que los extremos se tocan.

 La hondura filosófica y moral no podría ser mayor. Se trata de una fábula al estilo de las novelas contrautópicas de George Orwell (1984) o Aldous Huxley (Un mundo feliz) o la cinta de ciencia-ficción 2001: una odisea en el espacio de Stanley Kubrick. Todas nos presentan un futuro gris en el que la humanidad está alienada y sometida por máquinas o seres superiores. Con WALL.E está suavizado, por su público diverso, pero ocurre lo mismo: los hombres viven tumbados y esclavos del placer y las distracciones que les proporciona la tecnología encarnada por el almirante del crucero sospechosamente parecido al Hall 9000 de 2001. La historia de amor entre dos máquinas capaces de sentimientos cuando los humanos están embotados y anulados resulta una grave advertencia, una reflexión que nos hace mirar al horizonte con prudencia y aprensión. Al modo de Blade Runner, son unos androides los que devuelven el sentido a la existencia de los hombres y les abren los ojos a su indiferencia. Los creadores han sido inteligentes al tomar las referencias de nuestro tiempo, conscientes de la presencia de este tema en la cultura han sabido adaptarlo magistralmente a la animación, como prueban los particulares homenajes que preñan la película.

 Otra obra maestra de la animación Disney/Pixar, un prodigio audiovisual de una densidad antropológica imponente. Influida por la mejor comedia y ciencia-ficción, deleite y diversión con moraleja marca de la casa, incluidos.

NOTA: 9.5


martes, 2 de septiembre de 2008

Hellboy II: El ejército dorado


TÍTULO ORIGINAL: Hellboy II: The Golden Army
DIRECTOR: Guillermo del Toro
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 110’

Hellboy (Ron Perlman), el más díscolo de los superhéroes, ahora con mujer, la también superheroína Liz Sherman (Selma Blair) ambos pertenecientes a la BPRD (agencia de investigación y defensa paranormal) tendrán que vérselas con el príncipe Nuala, hijo del rey del mundo subterráneo, quien conspira para recuperar la corona que le dará el poder sobre el ancestral y devastador Ejército Dorado para dominar ambos mundos y someter a los humanos.

Superior a la primera, de gran calidad, con un humor cínico tanto en Hellboy como en Tom Manning (Jeffrey Tambor), jefecillo mediocre de la BPRD que anda siempre justificándose. Además de un conjunto notable, cuenta con tropezones muy sabrosos: la desmitificación del héroe, de Hellboy y Abe Sapien (Doug Jones) especialmente, ambos enamorados y en sendas crisis sentimentales. Una humanidad que tiene su máxima expresión en la escena en la que cantan “I can’t smile without you” mientras toman cerveza, en la que se manifiesta también su honda amistad. Genial.
La galería de criaturas y engendros de la película es inabarcable, un despliegue de imaginería que satisfará a los más deseosos de fantasía. El mercado Troll o las hadas de los dientes son buenos ejemplos, así como el doctor Johann Krauss, un ectoplasma que articula un traje parecido al de Misterio de Spiderman, una verdadera locura.

Sin embargo, hay algunos compases que no me suenan bien en la cinta, me gustaría que el guión explotara más la conexión entre Nuada y Nuala (su hermana de la que está enamorado Abe Sapien), involucrando a Abe en un dilema mayor del que aparece que al fin y al cabo sirve sólo para desencadenar el acto final sin más. O lo del ángel de la muerte, un mal parche metido con calzador, que detiene el ritmo y el entendimiento de la película, que sólo sirve, si acaso, para dejar abierta la posibilidad a una tercera entrega, ya de por sí abierta.

Una película ligera y entretenida, en definitiva, que subvierte los tópicos sobre superhéroes y aporta buenas, aunque veladas, ideas sobre la amistad y la familia, con grandes dosis de acción y fantasía.

NOTA: 8