domingo, 21 de diciembre de 2008

My Blueberry Nights

TÍTULO ORIGINAL: My Blueberry Nights
DIRECTOR: Wong Kar-Wai
NACIONALIDAD: Hong-Kong
AÑO: 2007
DURACIÓN: 90’

Wong Kar-Wai, el realizador de Shangai, se reinventa a sí mismo en su primer largometraje localizado en Estados Unidos: My Blueberry Nights. Un maduro drama de una magia e imaginería desbordantes, con reminiscencias de la película que le dio fama internacional: Chungking Express, por la que algunos le acusan de auto-plagio, lo que un genio como Alfred Hitchcock consideraba una cuestión de estilo…

En el local donde supo por última vez de su novio, Elizabeth (Nora Jones) entabla una especial amistad con el camarero (Jude Law) y a partir de entonces comienza un viaje iniciático por América en busca de su identidad acompasado por una estupenda banda sonora. Por el camino ejerce de camarera y se cruza con un alcohólico y su ex-mujer (soberbia Rachel Weisz), y una desarraigada ludópata (Natalie Portman). El trayecto es para Elizabeth todo un descubrimiento interior y exterior, tanto introspectivo como expansivo hacia la personas que va conociendo. Aprende a quererse a sí misma y a olvidar su desengaño amoroso, a la vez que sale de sí y se dedica a ayudar a las personas que le salen al paso. Es una oda al levantamiento tras la caída oxigenada por una armoniosa esperanza, pues ningún fracaso es definitivo y una nueva vida siempre es posible.

Los detalles llenos de color y sensibilidad completan la cinta, como un tarro de llaves olvidadas en un bar, las postales sin remitente que dirige Elizabeth a Jude Law, o la cámara que graba todo lo que pasa en el bar… Acumula sinestesias visuales que mezclan los sentidos de la vista y el gusto, hay ralentizados que dan un carácter insólito a lo cotidiano, y demás efectos y técnicas que configuran una factura audiovisual fantástica.

Solo me queda quejarme del vergonzoso retraso que ha sufrido el estreno en España, de casi dos años, por otra parte inexplicable dado el reparto norteamericano, aparentemente más comercial.

Buen cine de autor por uno de los directores más personales y originales de la perspectiva cinematográfica actual. Una odisea esperanzadora y romántica por la América profunda y por el alma de sus protagonistas.

NOTA: 8.5



domingo, 30 de noviembre de 2008

Crepúsculo


TÍTULO ORIGINAL: Twilight
DIRECTORA: Catherine Hardwicke
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 122’

Una vez le oí a un crítico en lo que consiste el argumento del noventa por ciento de las películas: chico conoce chica, chico gusta chica, se quieren, pero… Pero sus familias no se soportan; pero él es musulmán y ella cristiana; pero ella tiene una enfermedad terminal… Son las contrariedades, emociones y conflictos que suponen un “pero” el motor de la historia, el alma de una trama que sin el “pero” harían de la película un aburrimiento de lo más breve. Esta vez son humana y vampiro, condenados a amarse pero impedidos por su diferente condición. Pero no hay motivo de angustia alguna, pues todos sabemos que siempre acaba triunfando el amor, por imposible que parezca…

Bella Swan (Kristen Stewart) se muda de la calurosa Phoenix al gélido pueblo de Forks donde su padre es jefe de policía. Al principio echa mucho de menos su anterior hogar junto a su madre, pero pronto se siente fascinada por unos extraños compañeros de instituto que son diferentes a todos los demás. Especialmente se siente atraída por Edward Cullen (Robert Pattinson), quien, sin embargo, se trata de un vampiro: inmortal, capaz de leer el pensamiento (excepto el de Bella) extraordinariamente rápido y fuerte, y “vegetariano”, que sólo bebe sangre de animales. Pronto se enamoran y todo resulta maravilloso hasta que empiezan a meter los colmillos otros vampiros…

La película es la adaptación de la exitosa novela homónima de Stephenie Meyer para adolescentes y preadolescentes, y aunque no la haya leído, sé por testimonios fidedignos que la versión es fiel a los acontecimientos y espíritu del libro. Los hechos aparecen inevitablemente más acelerados y comprimidos, y eso que son realmente pocos. Abunda principalmente la presentación de personajes y circunstancias familiares y personales, de un claro paralelismo con un episodio piloto de serie televisiva, alargado y absolutamente abierto a su continuación en forma de saga folletinesca.

La dirección corre a cargo de la directora Catherine Hardwicke, quien ha optado en sus películas por temas difíciles y comprometidos (Thirteen, Natividad) y que con Crepúsculo se ha convertido en la directora más rentable de la historia en el fin de semana del estreno. La realización es excelente, de la que me quedo con el estilo del mundo vampírico, de una elegancia y sofisticación exquisitas.

Lo que a primera vista pareciera una de aventuras y fantasía del subgénero de vampiros, resulta más romántica que otra cosa y casi un preludio a lo que serán al menos tres secuelas (las que tiene la novela) que no decepcionará a sus fanáticas y fanáticos núbiles seguidores de la obra original.

NOTA: 6'5


domingo, 23 de noviembre de 2008

Quantum of Solace


TÍTULO ORIGINAL: Quantum of Solace
DIRECTOR: Marc Forster
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 106’

Quantum of Solace, Pocum of Bond. Y ya van veintidós entregas de una saga que explora y experimenta con el yo y las circunstancias del agente 007, con apuestas que no siempre van a ser del agrado de sus seguidores más integristas entre los cuales me cuento.

Se trata de una secuela de la anterior: Casino Royale, por primera vez en los cuarenta y seis años de su historia cinematográfica, también la más breve, rápida y simple. La amenaza internacional y los planes megalomaníacos de los malos, un denominador común de las películas de Bond, en esta aparece en un “secundarísimo” segundo plano, relegado por la venganza personal del espía al servicio secreto de sí mismo. Han comparado la etapa de Daniel Craig con la trilogía de Jason Bourne, toda una paradoja, pues Bourne se inspira en Bond y si ahora Bond se inspira en Bourne, la esencia de Bond se difumina por momentos. Parece que tengan amnesia de esos elementos que han hecho al agente inglés lo que es: los inventos de Q y el propio Q (encarnado tradicionalmente por Desmond Llewelyn y del que John Cleese era un más que digno heredero), la música, el protagonismo del coche, los affaires con las chicas-Bond… ¡si hasta es americana cuando siempre ha sido una producción inglesa! Tanto el director Marc Forster como el actor protagonista Daniel Craig han dicho que no quieren hacer imitaciones, y a fe que lo consiguen. Por lo menos conserva la actitud chulesca y cínica de James, con unos diálogos impagables que son verdaderas perlas.

Así, se convierte en una sofisticada cinta de acción y desfile de modelos por partes iguales, con secuencias trepidantes de un ritmo y una complejidad muy notorias, como la de la persecución por las calles de Sienna o la del avión sobrevolando el desierto de Bolivia. Y como “las comparaciones son odiosas”, dejando a un lado las diferencias y el legado que tiene que soportar la película, se hace amena y entretenida como producto de intriga y acción, de personajes extravagantes y chicas de porcelana (estupenda caracterización de la ucraniana Olga Kurylenko como sudamericana), y alguna escena para la posteridad como la de la ópera de Tosca.

Parece que la historia de James Bond se empieza a poner seria y oscura además de continuista, amenazando con convertirse en un culebrón en varios capítulos. Se ha perdido el tono ligero y despreocupado de antaño, una pérdida que un nostálgico de Roger Moore lamenta y teme que no se va a volver a recuperar.

NOTA: 6


domingo, 9 de noviembre de 2008

El sueño de Alexandria


TÍTULO ORIGINAL: The Fall
DIRECTOR: Tarsem Singh
NACIONALIDAD: India
AÑO: 2006
DURACIÓN: 118’

El director indio Tarsem ha tardado seis años en volver a estrenar, en España con nada menos que dos años de retraso, después de haberse pasado cuatro rodando esta cinta imaginativa y fabulosa que fue ganadora en el festival de cine fantástico de Sitges del 2007, de igual carga imaginativa que su anterior trabajo La celda, aunque menos rara y tortuosa.

Alexandria (Catinca Untaru) es una vivaracha niña extranjera que está en un hospital de Los Ángeles por haberse roto el brazo. Un día encuentra a un joven enfermo que no se puede levantar de la cama. Pronto entabla amistad con Roy (Lee Pace) y le visita con frecuencia para que le siga contando el maravilloso cuento de los cinco vengadores unidos en su objetivo de acabar con el gobernador Odio.

La factura técnica y localizaciones del cuento son espectaculares, tan pronto se encuentran sus protagonistas en medio del desierto como en una suntuosa mansión en medio de un lago, ciudades colosales o jardines magníficos, el principal motivo por el que se ha tardado cuatro años en producir: el equipo se desplazó a más de una veintena de países de todas las latitudes para grabar en los sobrecogedores escenarios que tiene la historia de Roy. Los propios personajes participan en el las aventuras convertidos en princesas y guerreros, teatralizando las relaciones reales y desarrollándose al mismo ritmo que la “vida real” de la película. El carácter dual de la historia resulta muy interesante y revela mucho: descubrimos en un principio que el cuento se trata de una adulación de Roy para consumar sus planes, expresando el propio estado de ánimo de su narrador, Roy, el verdadero protagonista, quien padece un conflicto durísimo que se plasma en la leyenda contada, aunque no acaba de explicarse en la realidad, un pequeño defecto de la obra, así como, en ocasiones, la excesiva superficialidad del relato.

Después de un rato de indefinición en la narración fantástica, hay un punto de inflexión en el que se recrudece por los acontecimientos de la historia y entra en una falla muy proclive a derivar en un dramón afectado, haciendo temer lo peor, algo que por fortuna no ocurre. Tampoco se da la esperable conjunción de los mundos real y ficticio que daría tanto juego en la película, llegando a extremos en los que fantasía y realidad fueran inconfundibles, una verdadera pena.

Un fascinante y entrañable cuento para todos los públicos, con una realización impecable y buenas actuaciones, que cautiva los sentidos por la magia de sus parajes y su originalidad.

NOTA: 8



domingo, 19 de octubre de 2008

Quemar después de leer


TÍTULO ORIGINAL: Burn after reading
DIRECTOR: Joel y Ethan Coen
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 96’

Los Coen están en racha. Menos de un año han tardado en volver a estrenar, después del éxito de No es país para viejos por la que ganaron cuatro óscars, tres para ellos solitos, lanzan Quemar después de leer, una comedia disparatada que levanta ampollas entre los servicios secretos americanos a los que ridiculiza como a todo lo que se mueve por la pantalla.

Ozzie Cox (John Malkovich), agente de la CIA, es despedido repentinamente. Entonces decide comenzar a escribir sus memorias, con tan mala suerte de que caen en las manos de dos monitores de gimnasio Chad y Linda (Brad Pitt y Frances McDormand), quienes pretenden hacerle chantaje. Paralelamente, la mujer de Ozzie (Tilda Swinton) amante de Harry Pfarrer (George Clooney), quiere el divorcio y casarse con Harry, con lo que emprende una cruzada contra Ozzie. Pero Harry no lo tiene tan claro, y mientras sigue viendo a otras mujeres como Linda a la que conoce por Internet…

Lo cierto es que la historia tiene más potencial del que explota, le cuesta un poco levantar el vuelo y la presentación de personajes se hace un poco pesada, además de demasiado seria, hasta en la música, para la juerga que vendrá después. Una vez coge ritmo se encadenan los disparates que confluyen en un cúmulo de surrealismo, basados en su mayor parte en el talento de sus grandes actores, el principal atractivo y carisma de la película. Se echa un poco en falta alguna combinación de actores/personajes que no interactúan, (Swinton-Pitt, Clooney-Malkovich), con una capacidad infinita para el equívoco que muchas veces desaprovecha para tirar por lo patético y/o tremebundo. No obstante, cuenta con golpes de risa buenísimos, como los protagonizados por Brad Pitt, sobresaliente, haciendo de cachas descerebrado, y especialmente los de los altos cargos de la CIA, que aportan como el punto de vista del público, relativizando todo lo que pasa, y que sobretodo representan la visión cáustica y despiadada de los directores.

Las interpretaciones son formidables: Frances McDormand hace de ingenua cuarentona en crisis sentimental y por su físico fofo. John Malkovich con su gesto de loco borda el papel de espía de medio pelo y adicto al alcohol. Clooney es un casanova despendolado y metrosexual, quien puede que esté más justito, no así Tilda Swinton, una pediatra con muy mala leche que lamentablemente no entra del todo al juego.

Extremadamente fiel a su estilo mordaz y corrosivo, un trabajo Coen de transición, cuyo mayor mérito son las sobrenaturales actuaciones de los protagonistas y un puñado de situaciones hilarantes por absurdas. Aunque más allá del humor negrísimo deja un poso de amargura por la absoluta inclemencia que muestra la historia con sus personajes, desprecio perfecta y graciosísimamente manifestado en las escenas de JK Simmons como dirigente de la CIA.

NOTA: 7



domingo, 21 de septiembre de 2008

Vicky Cristina Barcelona


TÍTULO ORIGINAL: Vicky Cristina Barcelona
DIRECTOR: Woody Allen
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 96’

Promiscuidad ligereza Allen. La nueva Jules et Jim del director neoyorquino pone a Javier Bardem, Penélope Cruz, Scarlett Johansson y Rebecca Hall a hacer experimentos con sus relaciones en un idílico verano en el escenario de la ciudad condal.

Vicky y Cristina (Hall y Johansson) son dos estudiantes americanas que van a pasar los meses de julio y agosto a Barcelona. Vicky está prometida con su novio y se va a casar a la vuelta y Cristina es una romántica inmadura que busca nuevas experiencias, como explica la voz en off del narrador. Un recurso pobre y artificial que habla de asuntos trascendentales sin darles importancia, que es, al fin y al cabo, lo que transmite la película. Las vacaciones en Barcelona junto al pintor Juan Antonio Gonzalo (Bardem) marcarán a las dos aunque no les haga cambiar su manera de ver las cosas.

Las perversiones de Woody Allen invaden una dimensión superior a las de sus anteriores estudios sobre el amor, en una cinta que, aunque de propuestas viciosas, es realista en los resultados. Las relaciones fugaces, lésbicas, tríos, aventuras y amoríos son tratados con naturalidad y superficialidad, a modo de exploraciones rápidas e inconsistentes. Lo frívolo y arbitrario en lo amoroso se impone de manera peligrosa sobre la disposición natural del ser humano al amor fiel y duradero y al matrimonio, representado por el ingenuo novio de Vicky. Al menos las consecuencias son cabales en cuanto a la insatisfacción y ofuscamiento que dejan un comportamiento libertino y las uniones basadas en el sexo. Todo ello sin descuidar que se trata de una comedia salpicada de situaciones divertidas. También toma partido por la Europa en la que sitúa el relato, donde siempre ha sido acogido mejor el cine de Allen, pintando a los norteamericanos, como el novio de Vicky y sus amigos, como unos materialistas bobalicones, ajenos a los líos amorosos y la magia de Barcelona.

Penélope Cruz está sobresaliente haciendo de María Elena, la neurótica ex-mujer del pintor Juan Antonio, la mejor del filme. Un filme que debería verse en versión original porque hay momentos en los que Bardem y Cruz improvisan en español lo que le da mucho sabor, además de no estar doblados con sus propias voces y quedar un poco ridículo.

Encanta el ambiente idealizado de Barcelona y Oviedo, la música y el flujo de la trama a pesar del menguado argumento que no va más allá de lo que la reseña apuntaba.

Cruce de camas y caminos en una Barcelona bohemia, utópica y fascinante, vertebrada por una contaminada idea del amor, el sexo y el compromiso.

NOTA:5’5



martes, 16 de septiembre de 2008

Retorno a Brideshead


TÍTULO ORIGINAL: Brideshead Revisited
DIRECTOR: Julian Jarrold
NACIONALIDAD: Reino Unido
AÑO: 2008
DURACIÓN: 135’

 Cuando todavía persiste en mi memoria la cadencia de la formidable serie de la BBC, soy agraciado con esta exquisitez que reúne lo mejor de la serie y de la novela escrita por Evelyn Waugh, fiel a su espíritu y a sus maneras elegantes y sugerentes.

 Inglaterra. Años veinte. El joven Charles Ryder (Matthew Goode) comienza sus estudios universitarios en Oxford, donde conoce a Sebastian Flyte (Ben Whishaw), un amanerado estudiante que tiene debilidad por Charles. Sebastian le lleva a conocer Brideshead, la impresionante mansión de su familia, de la que reniega excepto de su hermana Julia (Hayley Atwell) y su padre (Michael Gambon) quien vive con su amante en Venecia. Conviven con sus hermanos Bridley (Ed Stoppard), Julia y Cordelia (Felicity Jones) y la madre Lady Marchmain (Emma Thomson), ferviente católica. A medida que pasen los años, Charles será testigo de la ruina moral de la familia mientras lucha por conquistar el amor de Julia…

 La decadencia barniza toda la película que, fiel al libro, está concebida como un enorme flash-back. Transpira nostalgia, añoranza de los años felices pasados en Brideshead, a la que regresa Charles Ryder como oficial del ejército inglés en la Segunda Guerra Mundial para montar allí un campamento. Los personajes aparecen estigmatizados por la religión, tanto en los díscolos Julia y Sebastian, como en los intransigentes Lady Marchmain y Bridley. Sin embargo, se atreve a plasmar las conclusiones que quería transmitir Waugh, los personajes van reconvirtiéndose a una fe pacífica y auténtica, incluyendo a Charles, quien lo da a entender con un precioso gesto final, un detalle rotundo e imponente. Además, medita imperceptiblemente sobre la capacidad redentora del arte al ser la pintura el único refugio para Charles cuando su mundo desmorona.

 Actuaciones espléndidas, destacando la arrebatadora solemnidad de Emma Thomson, una música sublime para acompañar una historia sobrecogedora rodada con valentía y delicadeza.

 Un retorno divino, de una sutileza magnífica y un deslumbrante brillo otoñal, sobre la fascinación del lujo y la tentación del amor prohibido, las rencillas de una familia noble inglesa, las amistades peligrosas, la culpa y el verdadero sentimiento religioso. Maravillosa.

NOTA: 10


jueves, 11 de septiembre de 2008

Tropic Thunder


TÍTULO ORIGINAL: Tropic Thunder
DIRECTOR: Ben Stiller
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 107’

 Un exitazo en Estados Unidos, 14,6 millones de dólares recaudados en el primer fin de semana (puente por la fiesta del trabajo), una comedia paródica sobre el Vietnam y la industria cinematográfica en la que Ben Stiller se pone detrás, delante y en medio de las cámaras. Como hiciera en Zoolander, Ben Stiller vuelve a dirigir, escribir y protagonizar una cinta que divierte con su humor burdo y corrosivo.

 Ante la imposibilidad de rodar la superproducción de la guerra de Vietnam Tropic Thunder por las desavenencias surgidos entre actores, director y técnicos, el escritor de la novela que inspira la película, Potras (Nick Nolte) decide plantar al reparto de la peli: Kirk Lazarous (Robert Downey Jr.), Jeff Portnoy (Jack Black), Kevin Sandusky (Jay Baruchel), Alpa Chino (Brandon T. Jackson) y el prota Tugg Speedman (Ben Stiller) en medio de la selva para grabarles enfrentados a peligros reales mientras ellos creen estar siguiendo el guión…

Es indiscutible la gracia que rebosa, que unida al despliegue de efectos y el despilfarro técnico y de producción consiguen un resultado bastante convincente que ha amortizado por mucho su coste. Chistes burlescos referidos al cine como los que hacen de los Óscars, los retrasados en el cine, o la caricatura de Tom Cruise encarnando a un productor, papel con el que parece que se ría de sí mismo, son los de más feliz recordación. No obstante se propasa en aspectos como las alusiones sexuales, el lenguaje obsceno y ofensivo, irreverencias o las drogas. De ser más moderada en esto quedaría en una autoparodia fabulosa. También dependerá de las traducciones, pues está repletita de frases hechas y expresiones que no tienen traducción directa y según la interpretación de los traductores será más o menos ordinaria.

 Mención honorífica para Robert Downey Jr., estupenda interpretación de la interpretación, un hombre que casi pierde la identidad por el mimetismo que logra con los personajes que representa. Jack Black hace de Jack Black, y Ben Stiller vuelve a ser un pringado pero venido a más. Aparece también Mathew McConaughey como representante de Tugg Speedman (el personaje de Stiller) hedonista y snob hasta la muerte. Un vasto elenco por tanto, y otro de los puntos en los que no se ha escatimado en gastos.

Sátira mordaz y cachonda desde el cine contra el cine, para la gran masa embrutecida y consumidora de un humor zafio y basto, esta vez con argumento.

NOTA: 7




viernes, 5 de septiembre de 2008

WALL.E


TÍTULO ORIGINAL: WALL.E
DIRECTOR: Andrew Stanton
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 103’

 La gallina de los huevos de oro, o sea Pixar, ha vuelto a poner. Aunque esta vez el huevo no es de oro, es sintético y ni siquiera es un huevo, sino que es un robot, Eva, del que se enamora, sí, sí, enamora WALL.E, otro robot, encargado de limpiar la Tierra mientras nosotros estamos fuera y protagonista de esta magnífica historia. El director Andrew Stanton celebrado por Buscando a Nemo y Bichos, vuelve a deslumbrar con una aventura futurista de animación para niños y mayores que recoge el testigo de títulos como 2001: una odisea en el espacio, Star Wars o Cortocircuito.

 WALL.E se encuentra solo realizando las labores de limpieza de la Tierra. De repente aparece un cohete con una sonda llamada Eva cuyo objetivo es encontrar algún vestigio de vida. Cuando lo encuentra es recogida de nuevo, pero WALL.E está enamorado y no piensa separarse de ella así que ambos llegan en la nave al crucero en el que viaja toda la humanidad hasta que sea el momento de regresar a la Tierra…

 Técnicamente, la película es impecable. El potencial de la tecnología de Pixar y los medios económicos han sabido conjugarse para producir esta joya para la vista con un guión espléndido repleto de genialidades. La práctica ausencia de diálogos, aparentemente aburrida, es, sin embargo, catalizadora de situaciones tanto hilarantes como emocionantes, además de un homenaje a los orígenes mudos del cine al que evoca, y es que los extremos se tocan.

 La hondura filosófica y moral no podría ser mayor. Se trata de una fábula al estilo de las novelas contrautópicas de George Orwell (1984) o Aldous Huxley (Un mundo feliz) o la cinta de ciencia-ficción 2001: una odisea en el espacio de Stanley Kubrick. Todas nos presentan un futuro gris en el que la humanidad está alienada y sometida por máquinas o seres superiores. Con WALL.E está suavizado, por su público diverso, pero ocurre lo mismo: los hombres viven tumbados y esclavos del placer y las distracciones que les proporciona la tecnología encarnada por el almirante del crucero sospechosamente parecido al Hall 9000 de 2001. La historia de amor entre dos máquinas capaces de sentimientos cuando los humanos están embotados y anulados resulta una grave advertencia, una reflexión que nos hace mirar al horizonte con prudencia y aprensión. Al modo de Blade Runner, son unos androides los que devuelven el sentido a la existencia de los hombres y les abren los ojos a su indiferencia. Los creadores han sido inteligentes al tomar las referencias de nuestro tiempo, conscientes de la presencia de este tema en la cultura han sabido adaptarlo magistralmente a la animación, como prueban los particulares homenajes que preñan la película.

 Otra obra maestra de la animación Disney/Pixar, un prodigio audiovisual de una densidad antropológica imponente. Influida por la mejor comedia y ciencia-ficción, deleite y diversión con moraleja marca de la casa, incluidos.

NOTA: 9.5


martes, 2 de septiembre de 2008

Hellboy II: El ejército dorado


TÍTULO ORIGINAL: Hellboy II: The Golden Army
DIRECTOR: Guillermo del Toro
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 110’

Hellboy (Ron Perlman), el más díscolo de los superhéroes, ahora con mujer, la también superheroína Liz Sherman (Selma Blair) ambos pertenecientes a la BPRD (agencia de investigación y defensa paranormal) tendrán que vérselas con el príncipe Nuala, hijo del rey del mundo subterráneo, quien conspira para recuperar la corona que le dará el poder sobre el ancestral y devastador Ejército Dorado para dominar ambos mundos y someter a los humanos.

Superior a la primera, de gran calidad, con un humor cínico tanto en Hellboy como en Tom Manning (Jeffrey Tambor), jefecillo mediocre de la BPRD que anda siempre justificándose. Además de un conjunto notable, cuenta con tropezones muy sabrosos: la desmitificación del héroe, de Hellboy y Abe Sapien (Doug Jones) especialmente, ambos enamorados y en sendas crisis sentimentales. Una humanidad que tiene su máxima expresión en la escena en la que cantan “I can’t smile without you” mientras toman cerveza, en la que se manifiesta también su honda amistad. Genial.
La galería de criaturas y engendros de la película es inabarcable, un despliegue de imaginería que satisfará a los más deseosos de fantasía. El mercado Troll o las hadas de los dientes son buenos ejemplos, así como el doctor Johann Krauss, un ectoplasma que articula un traje parecido al de Misterio de Spiderman, una verdadera locura.

Sin embargo, hay algunos compases que no me suenan bien en la cinta, me gustaría que el guión explotara más la conexión entre Nuada y Nuala (su hermana de la que está enamorado Abe Sapien), involucrando a Abe en un dilema mayor del que aparece que al fin y al cabo sirve sólo para desencadenar el acto final sin más. O lo del ángel de la muerte, un mal parche metido con calzador, que detiene el ritmo y el entendimiento de la película, que sólo sirve, si acaso, para dejar abierta la posibilidad a una tercera entrega, ya de por sí abierta.

Una película ligera y entretenida, en definitiva, que subvierte los tópicos sobre superhéroes y aporta buenas, aunque veladas, ideas sobre la amistad y la familia, con grandes dosis de acción y fantasía.

NOTA: 8