TÍTULO ORIGINAL: Twilight
DIRECTORA: Catherine Hardwicke
NACIONALIDAD: EEUU
AÑO: 2008
DURACIÓN: 122’
Una vez le oí a un crítico en lo que consiste el argumento del noventa por ciento de las películas: chico conoce chica, chico gusta chica, se quieren, pero… Pero sus familias no se soportan; pero él es musulmán y ella cristiana; pero ella tiene una enfermedad terminal… Son las contrariedades, emociones y conflictos que suponen un “pero” el motor de la historia, el alma de una trama que sin el “pero” harían de la película un aburrimiento de lo más breve. Esta vez son humana y vampiro, condenados a amarse pero impedidos por su diferente condición. Pero no hay motivo de angustia alguna, pues todos sabemos que siempre acaba triunfando el amor, por imposible que parezca…
Bella Swan (Kristen Stewart) se muda de la calurosa Phoenix al gélido pueblo de Forks donde su padre es jefe de policía. Al principio echa mucho de menos su anterior hogar junto a su madre, pero pronto se siente fascinada por unos extraños compañeros de instituto que son diferentes a todos los demás. Especialmente se siente atraída por Edward Cullen (Robert Pattinson), quien, sin embargo, se trata de un vampiro: inmortal, capaz de leer el pensamiento (excepto el de Bella) extraordinariamente rápido y fuerte, y “vegetariano”, que sólo bebe sangre de animales. Pronto se enamoran y todo resulta maravilloso hasta que empiezan a meter los colmillos otros vampiros…
La película es la adaptación de la exitosa novela homónima de Stephenie Meyer para adolescentes y preadolescentes, y aunque no la haya leído, sé por testimonios fidedignos que la versión es fiel a los acontecimientos y espíritu del libro. Los hechos aparecen inevitablemente más acelerados y comprimidos, y eso que son realmente pocos. Abunda principalmente la presentación de personajes y circunstancias familiares y personales, de un claro paralelismo con un episodio piloto de serie televisiva, alargado y absolutamente abierto a su continuación en forma de saga folletinesca.
La dirección corre a cargo de la directora Catherine Hardwicke, quien ha optado en sus películas por temas difíciles y comprometidos (Thirteen, Natividad) y que con Crepúsculo se ha convertido en la directora más rentable de la historia en el fin de semana del estreno. La realización es excelente, de la que me quedo con el estilo del mundo vampírico, de una elegancia y sofisticación exquisitas.
Lo que a primera vista pareciera una de aventuras y fantasía del subgénero de vampiros, resulta más romántica que otra cosa y casi un preludio a lo que serán al menos tres secuelas (las que tiene la novela) que no decepcionará a sus fanáticas y fanáticos núbiles seguidores de la obra original.
NOTA: 6'5
Bella Swan (Kristen Stewart) se muda de la calurosa Phoenix al gélido pueblo de Forks donde su padre es jefe de policía. Al principio echa mucho de menos su anterior hogar junto a su madre, pero pronto se siente fascinada por unos extraños compañeros de instituto que son diferentes a todos los demás. Especialmente se siente atraída por Edward Cullen (Robert Pattinson), quien, sin embargo, se trata de un vampiro: inmortal, capaz de leer el pensamiento (excepto el de Bella) extraordinariamente rápido y fuerte, y “vegetariano”, que sólo bebe sangre de animales. Pronto se enamoran y todo resulta maravilloso hasta que empiezan a meter los colmillos otros vampiros…
La película es la adaptación de la exitosa novela homónima de Stephenie Meyer para adolescentes y preadolescentes, y aunque no la haya leído, sé por testimonios fidedignos que la versión es fiel a los acontecimientos y espíritu del libro. Los hechos aparecen inevitablemente más acelerados y comprimidos, y eso que son realmente pocos. Abunda principalmente la presentación de personajes y circunstancias familiares y personales, de un claro paralelismo con un episodio piloto de serie televisiva, alargado y absolutamente abierto a su continuación en forma de saga folletinesca.
La dirección corre a cargo de la directora Catherine Hardwicke, quien ha optado en sus películas por temas difíciles y comprometidos (Thirteen, Natividad) y que con Crepúsculo se ha convertido en la directora más rentable de la historia en el fin de semana del estreno. La realización es excelente, de la que me quedo con el estilo del mundo vampírico, de una elegancia y sofisticación exquisitas.
Lo que a primera vista pareciera una de aventuras y fantasía del subgénero de vampiros, resulta más romántica que otra cosa y casi un preludio a lo que serán al menos tres secuelas (las que tiene la novela) que no decepcionará a sus fanáticas y fanáticos núbiles seguidores de la obra original.
NOTA: 6'5
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