lunes, 28 de diciembre de 2009

Un tipo serio

TÍTULO ORIGINAL: A serious man

DIRECTOR: Joel y Ethan Coen

NACIONALIDAD: EEUU

AÑO: 2009

DURACIÓN: 105’


Si les quedaba algo de esperanza por la vida y el ser humano, los Coen se han desembarazado de ella por fin, con cinismo e ironía, en una negrísima comedia cuyo título ya es una invitación a la sonrisa, porque conociendo a estos cineastas, lo último que podemos pensar es que se trate de un producto serio.


Larry Gopnick (Michael Stuhlbarg) es un judío de edad media que vive en el típico barrio residencial estadounidense de los años sesenta. Larry tratará de guardar las formas y buscarle el sentido a sus circunstancias en el momento en que su mundo alrededor empieza a desmoronarse. Resulta bastante cómica la actitud del protagonista, siempre digna afrontando los problemas que le surgen tanto en casa como en su trabajo como profesor de física: su mujer quiere divorciarse de manera amistosa, su hija no va al colegio, su hermano vive con ellos como un parásito enfermo, su hijo tiene continuos problemas en clase, un alumno trata de sobornarle para aprobar… Trata de salir de su crisis acudiendo a distintos rabinos que arrojen un poco de luz sobre su complicada y muchas veces absurda situación, pero sólo parlotean y le sueltan discursos enlatados. Una revisión de la infancia de estos hermanos Coen que crecieron en un ambiente parecido, en una comunidad judía, de la que se muestran muy descreídos. Como si la única salida fuera la resignación, la solución a una existencia desgraciada se reduce al humor y la nada. Es muy reveladora la escena en la que uno de los rabinos le cuenta la historia de una inscripción en hebreo en los dientes de un gentil, para no llegar a ninguna conclusión. No la hay. Si acaso, nos podemos remitir al principio de la peli, una especie de fábula judía como posible origen remoto supersticioso de los males de Larry. Se nota que los Coen quieren llevar al extremo su afición a los planos fijos de caretos detrás de mesas o mostradores que no pueden dar atención a las súplicas del protagonista, insensibles y caricaturizados. Me parece que incluso abusan de esas escenas, lentas y alargadas, llevadas al paroxismo, que muchas veces resultan aburridas, como el conjunto de la película, que creo que plantea dilemas religiosos localistas y sectarios, casi siempre sobre el judaísmo, poco interesantes, mal enfocados y ajenos a la conciencia del público.


En la línea hiperbólica de sus directores, los intérpretes sacan su vena más afectada para caracterizar a sus personajes, no en vano, la mayoría son desconocidos y traídos del mundo del teatro. El hermano, Arthur (Richard Kind), tiene poco papel para el buen trabajo que desempeña y el amante de la mujer, Sy (Fred Melamed) está enorme en su papel de snob tranquilo y muy considerado con Larry.


Nihilista, desconsolada e indiferente, la última de los Coen es material íntimo y personal, que hace soñar a veces con Barton Fink, sin su frescura ni historia, para preguntarse los realizadores por sus orígenes y de paso parodiarlos un poquito. Transmite desolación, especialmente ese final abierto y agobiante, tanto mejor en cuanto viene de improviso.


NOTA: 5


FECHA DE ESTRENO (España): 8 de enero de 2010



Número 9


TÍTULO ORIGINAL: 9

DIRECTOR: Shane Acker

NACIONALIDAD: EEUU

AÑO: 2009

DURACIÓN: 79’

El proyecto de 9, Número 9 en español, había sido antes un corto de animación realizado por el debutante Shane Acker en el mundo del largo, 9 también se llamaba, era mudo, duraba once minutos y fue hecho en 2004. Ahora, aupado por el propio Tim Burton, ha reinventado su obra y nos presenta un mundo apocalíptico en el que las máquinas han acabado con toda forma de vida sobre la tierra y sólo quedan unos pequeños seres quienes, liderados por Nueve, les plantarán cara.

Obviadas las comparaciones con producciones del fin del mundo del corte de Terminator o Matrix (con las que comparte el argumento de las máquinas como arrasadoras del futuro), la peli muestra una gran potencia visual y originalidad con los personajes, denominados como números, creación del mismo inventor de la máquina cerebro de la revolución contra la humanidad, y cuya postrera misión será la de acabar con su tiranía. La animación y los gráficos son portentosos, un ejemplo de minuciosidad y detalle, con unas escenas absolutamente espectaculares de peleas entre las criaturitas y las máquinas, alucinantes acrobacias y efectos especiales, sólo al alcance del cine de dibujos. No obstante, al margen de la cuidada animación, la trama se queda un poco pobre, con su estética de videojuego de aventuras no sabe sacarle el partido suficiente a un planteamiento tan jugoso. Se queda todo en vagas conjeturas y explicaciones incompletas, para mí una falta de imaginación a la hora de articular un guión con más enjundia, que acaba desembocando en el delta del esoterismo y el pseudo-misticismo.

Como carta de presentación y como toda cinta animada ha sido doblada por actores de renombre: Christopher Plummer, Jennifer Connelly o Elijah Wood, éste último le pone la voz al protagonista, acostumbrado a este tipo de trabajos como hizo por boca del pingüino bailón de Happy Feet.

Una última mención al maravilloso homenaje al Mago de Oz, otra pionera en su época, con la música de Somewhere over the rainbow sonando en un gramófono, uno de los poco momentos cálidos de una historia un tanto fría.

NOTA: 6

FECHA DE ESTRENO: 1 de enero de 2010